¿QUÉ HACE ESO AHÍ? – La Quinta Columna

Ya sean “vacunas” covid con independencia de su marca y laboratorio (Astrazéneca, Moderna, Janssen, Pfizer, Sputnik, Sinopharm, Cansino ), “vacunas” del calendario (tétanos, difteria, papiloma, meningitis, neumococos), “vacunas” antigripales, sueros, contrastes, insulinas, anestésicos locales y epidurales … en absolutamente todas, en toda inoculación, tenemos este material que salta, a primera vista de ocular, con un simple y sencillo microscopio óptico.
Ni que decir tiene, que NADA debería verse desde la microscopía óptica. El material ya ha sido caracterizado a través de espectro fotometría de masas RAMAN como óxido de grafeno reducido, ya sea en formato micro-hojas, bandas, cintas o micro-filamentos.

Conocemos cual es su uso como biosensor o interfaz cerebro-inteligencia artificial con capacidad para monitorear organos eminentemente eléctricos (corazón y neuronas) y, sobre todo, su toxicidad en la biología humana dependiendo de su vía de entrada (intramuscular, intranasal, digestiva, inhalada) así como sus mecanismos de salida (tracto pulmonar, riñón además de fase hepática) donde nuestra biología expulsa “aquello que NO debe estar”.

Toxicidad, que a su vez, es dependiente de factores internos (niveles antioxidantes, grunding, dieta) y externos (cantidad de radiación de microondas absorbida, tiempo de exposición a la radiación, calidad de la frecuencia emitida, cercanía y dirección con el foco propagador, etc).Desvanecimientos, síncopes, derrumbes, desplomes, descompensaciones …

Jóvenes, adultos, de mediana edad, mujeres, hombres y niños se desvanecen y mueren con “demasiada facilidad“ mientras hacen deporte, conducen, juegan o se excitan, desde que nos preguntamos “qué hace eso ahí”.

Su naturaleza piezo-eléctrica, también le confiere la capacidad de generar descargas eléctricas por cualquier tipo de presión (atmosférica en alturas, peso del agua en inmersiones, acústicas graves, etc)

Como catalizador de la radiación que absorbe y multiplica el estrés oxidativo constante, tiene la capacidad de inflamar todo lo que impregna (sistema nervioso central y sistema cardíaco). Encontramos así inflamación de la neurona (neurodegeneración) además de miocarditis y pericarditis. Esto se constata con la actual epidemia y en pleno crecimiento de problemas de salud mental (demencia, brotes psicóticos, psicopatías, tendencias suicidas, etc). Es prácticamente imposible definir en esta introducción toda la letalidad que este material causa en nuestra biología.

Pero, a pesar de que podemos explicar cada una de las muertes que en nuestro entorno acontece, siguen firmes hacia adelante. Al mismo tiempo, nos hablan de este material como: “el material maravilla”, “la era del grafeno”, “el material de Dios” , “biocompatible”, de “nula toxicidad” entre las mil y una bonanzas, obviando, hasta ahora, millones de vidas humanas sacrificadas, todo porque el TRANSHUMANISMO debe imponerse.

El ser “aumentado”, “Human 2.0”. Aquel con el que “nos conectarán a la nube”, el de “la telepatía sintética”.

Pero la realidad es bien distinta, nada tiene de ser humano, está aumentado en la enfermedad y la muerte y solo les conecta con los fallecidos. Evidentemente y a las evidencias me remito (bajo el microscopio y en la calle), el TRANSHUMANISMO es la destrucción absoluta de todo el género humano actual y convertir a un remanente minoritario, en “otra cosa”.

De la primera pregunta inicial, parte ineludiblemente otras obligadas preguntas:

¿Cómo es posible, que ante tanta evidencia sigan hacia adelante los impulsores de su “transhumanismo”?
¿Cómo es posible que sigan negando los daños en tantas millones de personas sacrificadas, incluidos niños?
¿Cómo es posible que el plan transhumanista afecta a todos los países del mundo?
¿Quien está por tanto, por encima de todos los países y tiene el control sobre sus políticas?
¿Cómo es posible que “otros seres humanos” estén colaborando en su propia auto-destrucción y la de sus propios hijos?
¿Que tipo de “gente” es esta que no sienten compasión ante la masacre indiscriminada de niños?
¿Cómo es posible que haya seres humanos que no estén comprometidos en esta cruzada contra toda su especie?
¿Como es posible que a estas alturas, sigan negando que “eso está ahí” y sus daños?

El grafeno potencia las señales cerebrales de baja frecuencia y las señales cardíacas procediendo a su monitorización, de ahí que pretendan usarlo como “biosensor” y así lo recogen en su literatura “científica” aparentemente, para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.

Evidentemente, el material es capaz de DIAGNOSTICAR aquella enfermedad que el propio material genera.
Así, acierta SIEMPRE, porque olvidan la dirección en que puede ser modulado o estimulado a distancia para actuar también en esos órganos

Constatamos, como nos dice el CSIC, el fenómeno magnético, que el material adquiere en contacto con moléculas vivas (inoculado) y es por tanto un soporte magnético donde leer y escribir información, tanto neuronal como cardíaca y otros parámetros fisiológicos.

Dicho monitoreo, puede hacerse de forma remota e inalámbrica haciendo uso de la actual plataforma de comunicación de microondas escalares y milimétricas 5G y sucesivas.

El grafeno, ese material maravilla del que tanto hablan, entendemos que no es tan milagroso, dentro de nuestra biología e introducido a través del ENGAÑO en las plataformas vacunales de todo occidente, a la vez que hacen pasar sus daños colaterales por un coronavirus que NINGUNA institución tiene aislado y cultivado. Solo existe un constructo virtual realizado por computadora.

También tiene la capacidad de potenciar, hasta tres magnitudes de onda las señales electromagnéticas procedentes de antenas de telefonía, convirtiendo los iniciales GHz en THz. Esto, contribuye también al aumento del estrés oxidativo y de las especies reactivas de oxígeno, los temidos radicales libres. Su consecuencia es: envejecimiento prematuro y cáncer.

La ciencia oficial ortodoxa, propugna que pronto acabarán con el cáncer, pero …. nunca hubo tanto cáncer y en estados tan avanzados como hasta ahora. Desde el punto de vista químico, su entrada en el organismo genera una agresión y una inflamación como primer mecanismo de respuesta al potenciar la radiación, concretamente, liberación de citoquinas proinflamatorias además de la inflamación pulmonar (neumonía bilateral), que es una de las vías de salida.

En contacto con proteinas plasmáticas de la sangre, genera el “efecto corona” o “corona de biodistribución molecular”. Si, ha oído bien … “corona”.

Anda!!, si se parece al “covid” !!. Lo sugiero porque como el oficialismo duda entre el pangolín y el murciélago!!. Para más “casualidad”, su enfermedad surge el 30 de noviembre de 2.019 en la ciudad china de Wuhan, justamente el mismo día que se pone en funcionamiento la tecnología 5G, eligiéndose ese día y lugar como primera ciudad del mundo en hacer “el ensayo”, todo ello previa vacunación antigripal.

Pero, el material maravilla tiene más propiedades; es capaz de almacenar energía (alta capacitancia) y liberarla en forma de descargas. De hecho, actualmente se utiliza en la fabricación de condensadores y baterías.

Con toda seguridad, esas descargas de este superconductor con afinidad por el corazón (cuando entra en mayor actividad) es la causa de las fatales arritmias que suelen empezar con desvanecimientos y terminar con muerte súbita.

¿Por qué un foro, aparentemente económico (World Economic Forum) esté diseñando el mundo, a la vez que su director (Klaus Schwab) nos habla de “sensores en el cerebro” y la “4ª Revolución Industrial” como la fusión de lo físico, lo digital y lo biológico”?
¿Por qué se implementan Leyes de Neuroderechos?
¿Por qué presidentes de Gobierno como Sebastián Piñera (Chile), o Boris Jhonson (R. Unido) hablan de “insertar pensamientos, insertar sentimientos” a la vez que nos vende el 5G?
¿Por qué la comunidad científica NO denuncia lo mismo que han constatado más de 26.000 personas y ha sido denunciado más de 600 veces en nuestro país?
¿Para quien trabaja realmente la “comunidad científica” y para qué propósito?
¿Por qué hay grupos, aparentemente disidentes, que denuncian la pérdida de libertades cuando el principal derecho de todo ser humano es SOBREVIVIR?
¿A quien sirve realmente el Poder judicial?
¿Y los Ejecutivos?